Un Entorno Ambientalmente Saludable reconoce tanto los espacios biofísicos favorables para el desarrollo humano y sostenible, como las acciones intersectoriales y comunitarias tendientes a proteger la salud ambiental a nivel territorial, involucrando la identidad con el territorio, su uso y apropiación, y desarrolla acciones de promoción de la salud y prevención de la enfermedad conducentes a mejorar los espacios biofísicos y generar cambios en los hábitos, estilos y modos de vida de los individuos, familias y comunidades.
Con esta estrategia se pretende promover el desarrollo de entornos ambiental y socialmente favorables para la salud, articulando acciones donde los diferentes sectores y actores se relacionen y participen en la identificación de necesidades y recursos, así como en la elaboración de programas y planes específicos para su mejoramiento desde una perspectiva integral de la problemática de la salud ambiental.
Se desarrolla en los diferentes Entornos de vida cotidiana, abordando familias, escuelas, jardines infantiles, instituciones de protección, comunidades organizadas y sujetos políticos, a través de planes de acción que respondan a la realidad social y dinámica territorial, buscando construir una respuesta ampliada para el mejoramiento de condiciones de calidad de vida y salud.